Las palabras más sabias y mágicas que transformaron mi vida en una fracción de segundos.

"Si no somos capaces de sacar la parte positiva, la enseñanza o la oportunidad de un problema que hemos sufrido, o estamos sufriendo, ese problema habrá carecido totalmente de sentido, y por consiguiente, el tiempo que hemos dedicado a lamentarnos y quejarnos a causa de ese problema, también habrá sido un tiempo sinsentido; un tiempo que hemos vivido sin vivirlo, una fracción de nuestras vidas, carente de propósito".

Victor Frankl.

Libro: "El hombre en busca de sentido".

 

Autor:  Abner Pantoja

Publicado en: Ideas Emprendedoras.

 

Dedicado a: Mis hermanos. Abihud, Abinadab y Alberto, que superaron duras pruebas.

Estoy recordando cómo hace doce años me encontraba viviendo en términos emocionales y mentales, en la parte opuesta, a lo que el día de hoy estoy disfrutando. Tengo tan presente aquella época que si no es porque he aprendido a tener pleno dominio de mi actitud mental, pierdo el control de mis emociones e inevitablemente caería en una fuerte depresión como en aquella época.

En pocas palabras puedo decir que como muchas personas en alguna etapa de su vida, me sentía sumamente triste, lleno de melancolía, vacío…, incluso llegué a vivir en un estado de desesperación; realmente había perdido el control de mis emociones. El dolor en mi alma era insoportable.

Y quiero aclarar que, no me quería suicidar; jamás paso por mi mente esa idea. Es más, ni siquiera fui capaz de crear una dependencia con el alcohol, drogas o una relación humana de codependencia. Realmente pedía a gritos que me ayudaran. Sólo que no sabía como pedirla que me sumí en un estado de aislamiento extremo que no era capaz de hablar con alguien. Solo vivía en un estado contemplativo.

Recuerdo mucho que cuando superé esta dolorosa pero reconfortante etapa me grave en mi mente y mi corazón estas palabras del poeta visual favorito:

"A la soledad me vine

Por ver si encontraba el río

Del olvido.

Y en la soledad no había

Mas que soledad sin río".

Rafael Alberti.

Pensará que con mi autoexilio existencial iba a resolver mi estado emocional. Todo lo contrario, lo único que estaba obteniendo es que a causa de mi actitud manifestaba mi egoísmo hacia los demás. Y es que no nos damos cuenta cuánto daño hacemos a las personas refugiándonos en nuestro propio dolor. En fin, les cuento la siguiente anécdota donde encontrarán las "palabras mágicas" que cambiaron el rumbo de mi vida.

Nos encontrábamos mi madre y Yo en casa de una amiga. Me invadió una terrible melancolía y perdí el control de mí; supongo que por cansancio y un desesperado y amoroso intento de mi madre por ayudarme me dijo:

-"Si no quieres vivir, muérete; estoy cansada".

Aunque no lo parezca, han sido las palabras más dulces y hermosas que me pudo haber dicho. Me quedé en un estado de "impasse" y poco a poco fui asimilando las palabras. En ese momento que alcancé un equilibrio (aunque sea fortuito), mental y emocional, le pedí con el corazón ayuda a mi familia.

Afortunadamente tuve una respuesta favorable a mi petición. Me comprometí a vivir viviendo y por si acaso, hubiera alguna duda, pasó lo siguiente: estando en tratamiento y de viaje por Oaxaca, tuve un accidente que reforzó mi amor a la vida.

Y con el paso de los años me he empapado de sabiduría y magia. Vivo, vivo y vivo.

Volteo mi vista al pasado a través de tantas palabras, ideas y vivencias escritas en hojas con tinta de mi puño y letra, y me llena de regocijo y satisfacción darme cuenta cómo he estado evolucionando y transformándome día a día. Fue una sabia decisión haber escrito mi dolor, con la perspectiva del tiempo me percato cómo el hombre busca encontrarle sentido a la vida, proyectando su futuro y no visualizando el presente.

La fuerza de voluntad está en el instante, en la plena decisión de cambiar. El anclaje emocional enfermizo es una panacea. Todo está en el aquí y ahora. Tal vez no nos damos cuenta de ello pues posiblemente nos encontramos nublados de nuestra mente. Créanlo o no, pero ese algo que nos hace cambiar llega. En mi caso fue con esa extraña e inesperada expresión de mi madre. ¿En ti cómo puede suceder? No lo sabemos.

Para ello debemos estar en una actitud de percepción, de mentalidad y corazón abierto, para realmente cambiar. Existen muchos recursos para ello, por ejemplo, últimamente se habla del fenómeno de la ley de la atracción. Para unos funciona, para otros no. ¿Por qué sucede esto? Simple. Por la capacidad de asimilación y respuesta que cada quien tenga sobre tal situación o herramienta externa e interna que nos pueda generar un cambio. Y eso no llega tarde o temprano, solo llega. ¿A ti a llegado?