Cómo se inicia el coleccionismo y cuál es la razón de ser del mismo.

 "La falta de espacio en mi habitación que me sirve de estudio me obliga a maniobrar en las posiciones más incómodas con una obras antiguas de piedra y arcilla de las que poseo una pequeña colección".

 Freud. "De guerra y muerte", En obras completas. Tomo XIV, pp. 280-289.

 

Autor: Abner Pantoja

Publicado en:  El Arte Del Buen Vestir.

 

 

El arte es una forma de expresión humana.

 

 

 

 Dedicado a: Mi primer lectora de mis escritos, en puño y letra; quién sabe si coleccionista de dichos artículos.

 

En los últimos días me he encontrado con otro tipo de lectura y aplicación de conocimiento en la estética y la historia del arte. Nueva al menos para mí. Sucede que el enfoque y trato que le he dado respecto al estudio del arte es de carácter hermenéutico y teratológico. Y ahora me encuentro en otra faceta.

 

Más que argumentativa y reflexiva, me estoy adentrando en este mundo por medio de lecturas literarias a partir del boom que se dio años atrás con el fenómeno del "Código Da Vinci", en el que se toca entre otras cosas, como el trastocar dogmas religiosos e interpretaciones iconográficas un poco apuradas; razones que incitan al personaje en cuestión a coleccionar tal o cual obra en particular. Para ello existen varias tesis.

 

Entre las más comunes se encuentran el que la adquisición de una obra de arte obedece a una estrategia financiera de "retorno de inversión" en algunas ocasiones acompañada de admiración por el artista o un gusto estético refinado. Seguramente existen otras razones e incluso argumentos cuestionables como la existencia del mercado negro y sus implicaciones como puede ser la falsificación de una obra de arte o la "sobrevaloración" monetaria de la misma.

 

Existen colecciones que intentan lograr otro cometido como lo es salvaguardar la integridad de la obra. Esa es la función más noble de los museos. O educar por medio de exposiciones a todo aquel que busca enriquecer su goce estético, ese es el propósito central de las galerías.

 

Razones, existen varias, para lo que es el justificar el coleccionismo. Freud, el padre del psicoanálisis, coleccionaba pequeñas esculturas para su proyecto y para focalizar sus reflexiones y plasmarlas en sus peculiares obras. Y es precisamente a través y por Freud y sus obras que Andre Bretón a partir de la colección de lecturas realizadas sobre el psicoanálisis que surgió el "surrealismo" tal y como lo argumenta entre líneas en su célebre manifiesto.

 

La idea del coleccionismo que promueve la escritora y estudiosa del arte, Teresa Del Conde, me atrae y al mismo tiempo me inquieta, tal y como puede suceder frente a una obra de arte; cito grosso modo:

 

"el coleccionismo es una adicción de características tales que -como bien se sabe- ha llevado al suicidio a algunas personas que se han visto privadas de sus preciados objetos. La pérdida de objeto se identifica aquí con la pérdida de sentido de vida".

 

La afición, o profesionalización, del coleccionismo, todo ser humano lo lleva implícito en su propio ser. Es pues, parte de su naturaleza y condición humana. Quien no pasa por guardar en alguna parte previamente asignada y de difícil acceso para otras personas (me refiero, claro está, al escondite), objetos un tanto singulares: pueden ser piedras en las que con y gracias a nuestra imaginación le damos una carga simbólica: le encontramos una forma y un valor único.

 

Piedras, cuerdas, partes de aparatos, revistas viejas, pedazos de madera…, todo aquello que nos permita desarrollar nuestro sentido de pertenencia y apego. Y además, nos invite a desarrollar y promover por medio del juego; nuestra imaginación.

 

Y respecto a la otra parte, el espacio asignado para la distribución y acomodo de nuestros objetos preciados, sin duda nos permite, entre otras cosas, conectarnos con nuestra realidad inmediata. Por otro lado, nos permite desarrollar nuestra creatividad "dimensional" pues el acomodo no obedece a impulsos meramente inmediatos, en el fondo, la justificación del mismo conlleva a un lenguaje visual muy particular: por medio de los objetos, o las obras de arte; desarrollamos un documento visual que proyecte nuestra personalidad y carácter junto con la riqueza artística en constante transformación.

 

En resumen: el coleccionismo nos permite por medio de los objetos, construir nuestro propio ser, estéticamente hablando.

 

¿Cuál es tu colección?