Cómo enfocar y canalizar la energía mental, física, emocional y espiritual hacia el logro de tus metas.

Publicado en: Ideas Emprendedoras.

 

Dedicado a: Isabel Peralta; la más inconforme de mi situación.

 

“Una vez que usted renuncia una vez, se le hará un hábito.” Vince Lombardi.

Sin duda alguna el factor que determinará el nivel de capacidad que tendrá uno para afrontar los retos que se avecinan para vivir como uno desea, será la “actitud” que se tenga en esos deseos. Es verdad que ayuda mucho el tener una buena planeación para el logro de las metas. Eso nos da una perspectiva razonable sobre la posibilidad real del logro de los objetivos. Sin embargo, debe de ir acompañado de la “determinación real” de querer lograr y concretar nuestros deseos.

¿Cuántas veces nos hemos preguntado el porqué a medio camino optamos por claudicar? ¿A caso sucede que no estaba bien fundamentado nuestro deseo de alcanzar ese sueño? O peor aún, ¿No elaboramos un buen plan o guía de matas? O sencillamente ¿Nuestras expectativas han sido rebasadas por lo que previamente habíamos visualizado?

Para bien o para mal, lo que hagamos se nos hará un hábito. Afortunadamente todo está en nuestras manos. Tenemos la decisión. Claramente la mejor opción es luchar por alcanzar la plenitud. ¿Por qué la mayoría de las veces optamos por vivir en la mediocridad?

Entusiasmo, motivación, pasión, amor… son términos claves que debemos “tatuar” en nuestro corazón y mente. Y no deberíamos pensar sólo en el resultado. En verdad es hermoso disfrutar del esfuerzo continuo que se invierte en el trayecto: en ello se encierra un gran aprendizaje.

Todas las noches evalúo mis alcances y mis satisfacciones de ese día para reorganizar mi estrategia pero sobre todo, para alimentar mi espíritu y mi corazón por haber encontrado un poco de la recompensa de mi desgaste energético físico, mental y emocional. Me duermo con el pleno convencimiento de que el reposo hará que el día siguiente sea “en verdad mejor” que el anterior toda vez que en principio existe un aprendizaje existencial.

Puse entre comillas: en verdad mejor; porque sospecho que el principal rival a dominar es sin duda alguna: el hábito. Ese es realmente el primer factor de resistencia al cual nos enfrentamos en el trayecto hacia el éxito.

Mucho se habla de la “zona de comodidad”. Afortunadamente conocer y comprender éste concepto me ayudó a ejercitar mi mentalidad hacia un enfoque ganador en términos prácticos. He aquí un segundo rival al cuál nos enfrentamos: “la lectura no aplicada de la sabiduría”.

Es verdad: desde los años noventas vivimos en el periodo de mayor capacidad de desarrollo de capacidad de desarrollo potencial; estamos viviendo y disfrutando la “era de la información”. Sin embargo, muchos vivimos en un estado de insatisfacción, y ello simplemente porque no aplicamos inmediatamente los conocimientos y sabiduría que a diario nos encontramos en los diversos medios de información y los libros.

Si no vencemos de manera tajante al rival de los hábitos que nos detienen hacia el logro del éxito y no dejamos de leer sin aplicar la sabiduría contenida en tal o cual información, nuestro esfuerzo será frustrante. Haciendo un símil con la carrera del maratón: es como si no nos hidratáramos adecuadamente en el trayecto, sabemos cuáles van a ser las consecuencias.

Desde que me propuse vencer esos dos obstáculos no sólo me ha ayudado a ser más eficiente en el logro de mis metas sino que me ha fortalecido los músculos espirituales y emocionales. Y he aprendido que jamás va uno a descansar hasta alcanzar sus sueños y aún así estar dispuesto y feliz por el esfuerzo.

Despertar en nuestro interior la capacidad de disfrute y gozo por lo que a diario estamos llevando a cabo es el principio rector de que empezamos a vivir en plenitud. Y eso no sólo lo aprecia no sólo uno sino los seres queridos y toda persona que se encuentra a nuestro alrededor. Y eso mas que ser un acto de presunción es una actitud de gratitud hacia nuestro esfuerzo y a la vida. Recordemos entonces que los primeros obstáculos a vencer son el cambio de hábitos para bien y aplicar los conocimientos adquiridos. Y como tercer punto: jamás perder la honestidad y humildad en todos los aspectos de la vida. Felicidades y enhorabuena por tus éxitos.