¿El escritor está predestinado a centrarse en un género literario?

03.11.2011 19:42
“La narrativa, a fin de cuentas, no es sino el arte de hacerse perdonar la esquizofrenia”.
            Rosa Montero.

 

“Debes dedicarte a escribir ensayos”. Recuerdo a una excelente compañera de hace muchos años en la facultad de humanidades que siempre usaba esa expresión cuando me cuestionaba sobre la “profesionalización” de mi escritura.

 

Mis búsquedas en aquellos años eran muy ambiciosas, o tal vez, (y a propósito de mi juventud y mi arrogancia intelectual), muy dispersas; tal vez, por ello opté por estudiar filosofía y no me centré en el estudio de la lengua y literatura. Mi compañera si lo hizo y valió la pena, escribe bien.
Me gusta de sus trabajos la limpieza, su trazo un tanto quirúrgico. Evita el uso del lenguaje rimbombante. A mi juicio, nada le sobra ni le falta. Emplea muy bien la economía del lenguaje.

 

En cambio, ella siempre me subrayó el sentido rebuscado que le daba a mis escritos. Le exasperaba la “dialéctica argumentativa que empleaba en mi proceso de escritura. Sin duda, son rasgos académicos filosóficos. En algo estoy de acuerdo con ella: me veo rebasado por la “estética literaria”.
“Si vas a dedicarte a escribir, que sean ensayos”. Era el sabio consejo que me daba mi compañera. De alguna manera no estaba equivocada ya que ese género es el que me permite trabajar mejor mis ideas. Y de manera sutil me he visto influenciado por el asombroso trabajo del escritor Octavio Paz. El ensayo es el género por el cual nací.

 

He intentado escribir en otros géneros y debo decir que me he visto rebasado en el quehacer literario, por varios frentes.
En la narrativa, por ejemplo, los personajes siempre se me rebelan, se vuelven autónomos, me abandonan. Trabajar en el perfil psicológico de tal personaje hace que mi esquizofrenia se acentúe.

 

Me  parece que cuando estoy construyendo mis personajes, me involucro tanto en su mentalidad que caigo en una especie de “corsi y recorsi” como sugiere en el acontecer histórico, Giambatista Vico. Caigo en una especie de enajenación que me pierdo, todo se vuelve un espejismo.
Admiro, por ello mismo y a través de mi impotencia creativa y lliteraria a los grandes maestros de la narrativa.

 

¿Será acaso que todo escritor, en su oficio, viene predestinado a centrarse en determinado género literario? Tal y como sucede con la aparente configuración de nuestro destino por medio de nuestro nombre.

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